Boyacá consolida el Comité Departamental de Reforma Agraria número 14 en el país

Con el ánimo de abrir espacios de participación a las y los campesinos del departamento de Boyacá, para que tengan tanto representación como voz y voto en las decisiones de la implementación de la Reforma Agraria en la región, la Agencia Nacional de Tierras —ANT— y la Gobernación de Boyacá consolidaron el Comité Departamental de Desarrollo Rural y Reforma Agraria número 14 en el país.
Este escenario, que convocó a más de 600 campesinos y campesinas de asociaciones, juntas de acción comunal, mujeres rurales, comunidades étnicas, jóvenes rurales y comunidades afrocolombianas NARP (negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras), logró afianzar la concertación y coordinación de las comunidades que son vitales para garantizar la implementación de una Reforma Agraria integral, participativa e incluyente, devolviéndole la esperanza y el bienestar al campo boyacense.
El Comité Departamental de Desarrollo Rural y Reforma Agraria, garantizará la ejecución de las acciones relacionadas con la Reforma Agraria, Desarrollo Rural y Reforma Rural Integral, con el fin de mejorar la calidad de vida y los ingresos de las y los campesinos, además de proteger y promover sus economías propias, la producción de alimentos y la consolidación de la paz total con enfoque territorial, para promover el acceso progresivo a la tierra.
La Asamblea Popular Campesina se realizó en San Pedro de Iguaque, municipio de Chíquiza, con el acompañamiento de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), Gobernación de Boyacá y la Secretaria Departamental de Agricultura.
El Comité estará integrado por: el gobernador de Boyacá, el líder de la Unidad de Gestión Territorial de la ANT, el director de la Unidad Técnica Territorial de la ADR o quien haga sus veces, dos miembros del Consejo Seccional de Desarrollo Agropecuario (CONSEA), los representantes de las entidades públicas nacionales o regionales con presencia en el departamento, cinco representantes de las organizaciones campesinas y pescadoras, un representante de las comunidades NARP, un delegado de las comunidades indígenas, tres representantes de las mujeres rurales y jóvenes rurales.
Sin duda, este es un paso hacia la igualdad, la justicia y la equidad social, que abre el camino de la conformación de políticas públicas para fomentar la participación del campesinado boyacense en el uso y la distribución de las tierras.