Unidad por la Amazonía, pueblos indígenas, sociedad civil y gobiernos se reúnen para defender la región más diversa del mundo

Este lunes, inició en Bogotá la Cumbre de Países Amazónicos que espera llegar a acuerdos regionales para enfrentar los desafíos climáticos, ambientales, sociales, económicos y de seguridad que afectan al bioma más diverso del mundo.
Esta Cumbre es fruto de un proceso de concertación que comenzó con la Declaración de Belém (2023), donde la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) fue reconocida como el espacio y mecanismo de los ocho países amazónicos para la gestión de políticas y conocimientos dirigidos a la preservación de esta región. Desde entonces, los gobiernos han avanzado en acuerdos y grupos de trabajo que ahora se consolidarán en la Declaración de Bogotá, un compromiso conjunto para proteger la biodiversidad y el territorio, garantizar los derechos de sus habitantes, en particular de los pueblos indígenas, reconociendo sus saberes y tradiciones, además de avanzar hacia una bioeconomía, con justicia social e incluyente.
Durante el acto de apertura de la Cumbre, la Ministra de Relaciones Exteriores (e), Rosa Yolanda Villavicencio Mapy, manifestó “la evidencia científica nos recuerda que la Amazonía se encuentra en riesgo de alcanzar un punto de no retorno. Su preservación exige unidad política, cooperación técnica, respeto a la diversidad cultural y la articulación entre la ciencia y los conocimientos propios de los pueblos indígenas. La Amazonía no es solamente un pulmón verde. Es también el territorio vital de millones de personas, incluidas las comunidades indígenas, afrodescendientes y locales, cuyas prácticas ancestrales son clave para la sostenibilidad del bosque”.
Y añadió, “la Cumbre de Países Amazónicos incluye el Encuentro regional de Diálogos Amazónicos, las reuniones de alto nivel de la OTCA que son: el consejo de Cooperación Amazónica y reunión de Ministros de Relaciones Exteriores y encuentro de Presidentes con la sociedad civil y la V Reunión de Presidentes de los Estados Parte del Tratado de Cooperación Amazónica. Además de eventos académicos incluido el Foro: Amazonía Rumbo a la Cop30 y actividades políticas, culturales y tradicionales durante esta semana”.
Finalmente, como resultado de esta Cumbre se adoptará la declaración de Bogotá con los resultados de las negociaciones de los estados parte y el mecanismo amazónico de pueblos indígenas MAPI, también se anexarán las recomendaciones de los Diálogos Amazónicos de la sociedad civil.
Con más de 47 millones de habitantes, entre ellos 410 pueblos indígenas —60 en aislamiento— y una riqueza natural que regula el clima del planeta, pero cuyo bioma está afectado por las acciones humanas y el cambio climático. “La Declaración de Bogotá debe estrechar los lazos firmados en Belém en 2023, con directrices para la cooperación en la región y con metas y acciones previstas para los próximos años, para mitigar los efectos del clima, evitar el punto de no retorno y generar posibles acciones positivas para todo el planeta”, afirmó el Secretario General de la OTCA, Martin von Hildebrand.
Previo a la cita en Bogotá, se realizaron los Diálogos Amazónicos 2025, con 16 sesiones regionales y más de 2.000 participantes entre líderes indígenas, sociedad civil, academia, cooperación internacional y gobiernos, aportaron sus voces para nutrir la agenda de esta semana. Por ello, la Cumbre representa el fortalecimiento de la OTCA a través de una gobernanza que incluye a los pueblos indígenas, la participación de las comunidades locales, las redes y plataformas sociales y científicas, así como el acompañamiento de la cooperación internacional.
“En la Cumbre de Países Amazónicos buscamos posicionarnos y visibilizar nuestra organización OPIAC en la apuesta de que los pueblos indígenas amazónicos tengan una participación efectiva e integral en la OTCA y en los escenarios de toma de decisiones y de construcción de políticas dirigidas a los territorios de los pueblos indígenas amazónicos”, concluyó, el Coordinador General de la OPIAC, Oswaldo Muca Castizo.
Cumbre de Países Amazónicos, Una agenda con la fuerza de la diversidad
Durante la semana se desarrollarán espacios de reflexión, intercambio de saberes y construcción política, entre ellos:
– Encuentro Regional de Diálogos Amazónicos: será un espacio plural que recoge los aportes de pueblos indígenas, comunidades locales, organizaciones sociales, científicas y de gobiernos de toda la cuenca, para que sus recomendaciones lleguen directamente a los presidentes.
– Evento Académico – Panel “Ríos Voladores de la Amazonía”: su objetivo principal es brindar información y conocimientos sobre el fenómeno de los Ríos Voladores como elemento fundamental de la Región Andina y su impacto a nivel global. Además de ser un diálogo científico y cultural sobre los flujos de vapor de agua que nacen en la selva y viajan miles de kilómetros, regulando el ciclo hidrológico y climático de América del Sur.
– Foro “Rumbo a la COP30 de Cambio Climático”: un espacio de preparación política y técnica para llevar una voz unificada de la Amazonía a la cumbre global que se celebrará en noviembre en Belém do Pará, Brasil.
– Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la OTCA: encuentro estratégico para revisar compromisos, avanzar en acuerdos multilaterales y definir la ruta hacia la Declaración de Bogotá.
– Encuentro de los Presidentes con la Sociedad Civil y los Pueblos Indígenas: un momento histórico en el que los presidentes que acompañan esta importante cita con el pulmón del planeta y escucharán directamente las voces de quienes habitan y protegen la Amazonía, reconociendo sus saberes ancestrales y su papel en la sostenibilidad del bioma.
La voz de la Amazonía para el mundo
Los pueblos indígenas abren esta Cumbre con un acto espiritual y político, recordándonos que la selva es más que un recurso porque es territorio, cultura y vida. Con su fuerza y sus sistemas de conocimiento, junto a la ciencia, la cooperación internacional y la voluntad política, la Amazonía se levanta como ejemplo de unidad regional para enfrentar la crisis climática.
Con este proceso, la región amazónica envía un mensaje al planeta: es posible construir de manera conjunta un futuro justo, inclusivo y sostenible, donde la Amazonía viva siga latiendo y generando oxígeno, cultura y biodiversidad.