Mauricio Lizcano advierte sobre la crisis fiscal y propone mantener el subsidio al diésel para proteger al transporte y la economía
En el marco del Congreso Nacional de Transporte y Turismo 2025, líderes del sector y representantes se reunieron para debatir los principales desafíos económicos y logísticos que enfrenta Colombia.

El precandidato presidencial Mauricio Lizcano advirtió sobre la compleja situación fiscal que atraviesa el país y destacó la importancia de adoptar medidas responsables para sanear las finanzas públicas. Explicó que Colombia enfrenta un déficit anual de más de 40 billones de pesos, equivalente a cerca del 2,5 % del PIB, y una deuda pública que alcanza el 60 % del PIB, lo que pone al Estado en una situación “insostenible si no se corrigen los excesos de gasto y la ineficiencia burocrática”.
“Estamos como una familia que gasta más de lo que gana. Hay que hacer más eficiente el Estado, reducir contratos de prestación de servicios y recortar gastos innecesarios”, afirmó.
En materia de combustibles, el precandidato hizo un llamado a la responsabilidad fiscal y al equilibrio social. Propuso eliminar progresivamente el subsidio a la gasolina, al considerar que el Estado no puede sostenerlo a largo plazo. En contraste, defendió la continuidad del subsidio al diésel, por su impacto directo en los costos logísticos, el transporte público y la inflación.
“Quitar el subsidio al diésel hoy sería un suicidio económico. Aumentaría los costos del transporte, la inflación y los precios para las familias colombianas”, indicó Lizcano.
Además, el líder de El Colombianismo señaló que la eliminación de los subsidios solo será viable cuando el país logre resolver los problemas estructurales del sector, como la inseguridad, las extorsiones, el mal estado de las vías y la ineficiencia del sistema de peajes.
“Primero hay que resolver los cuellos de botella del transporte, mejorar la competitividad y modernizar la infraestructura. Solo así podremos hablar de desmontar los subsidios”, advirtió.
Finalmente, reiteró su compromiso con una política fiscal seria, responsable y aliada del sector productivo.
“Mi prioridad es cuidar las finanzas del país sin poner en riesgo a quienes mueven la economía. El transporte es el corazón de Colombia, y lo vamos a proteger”, concluyó.


















