Las mujeres rurales tuvieron su voz y mostraron sus proyectos productivos en el Congreso de la República

Las mujeres rurales Las voces de las mujeres rurales de Colombia se escucharon fuerte en el Congreso de la República, donde expresaron las necesidades que tienen sus comunidades de apoyo institucional y proyectos productivos, durante el encuentro Mujer, raíz y fuerza del desarrollo rural, convocado por la Agencia de Desarrollo Rural para conmemorar el Día Internacional de la Mujer Rural.
A este encuentro fueron invitadas mujeres rurales de 14 departamentos del país, de diferentes asociaciones de primer y segundo nivel, que se reunieron en el auditorio Luis Guillermo Vélez, del Congreso de la República, para compartir sus experiencias asociativas, las necesidades de sus territorios y los aprendizajes para seguir fortaleciendo la asociatividad como la ruta para sacar adelante la soberanía alimentaria y la autonomía económica.
Este espacio se abrió con el documental “Yoli”, realizado por la Oficina de Comunicaciones de la Agencia de Desarrollo Rural, donde se cuenta la historia de Yoli Castaño Gómez, una mujer del municipio Córdoba Tetón, en el departamento de Bolívar, que pertenece a una familia de pescadores, quienes también trabajan la tierra y siembran yuca, y estaba adelantando su proceso de formar una asociación de pescadoras.
En el conversatorio sobre liderazgo femenino, asociatividad y tenencia de la tierra, mujeres de Boyacá, Cundinamarca, Valle del Cauca, Chocó, Nariño, Caquetá, Atlántico y la zona rural de Bogotá D.C., entre otras, contaron sus experiencias conformando asociaciones de mujeres en las diferentes regiones del país, cómo cada región tiene sus propios límites y barreras que las empujan a buscar soluciones y alternativas para sus negocios rurales y la necesidad de un apoyo institucional para apoyar los proyectos productivos de sus regiones, como los tiempos, los requisitos y el acceso a información y recursos.
“Yo vengo de un municipio que se llama Carmen de Carupa, está ubicado en Cundinamarca. Allí nosotros producimos 20.000 litros de leche todos los días. Es decir, que le aportamos a la economía del país 40 millones de pesos todos los días. Estamos tratando de organizarnos porque los intermediarios son los que se quedan con ese valor agregado. Y todas estas ideas han salido de la mujer”, afirmó Zonia Esperanza González, de la Asociación ASOCARUPA.
La tenencia de la tierra es otra de las necesidades manifestadas por las mujeres. Dayana Gutiérrez, mujer campesina de la quinta generación de paneleros del Caquetá pidió que “no es solamente que nos llenen de menciones y demás, sino que lleguemos a algo concreto, que a las asociaciones de mujeres se les de tierra para poder trabajar. Muchas de nosotras ni siquiera pueden tener acceso a un banco. Esto es un pasito para que más adelante nuestras mujeres y todas estas mujeres que están aquí tengamos acceso a al menos una hectárea de tierra para poder transformar el campo colombiano”.
En la ruralidad, las mujeres deben enfrentarse también a la violencia y el conflicto. “Nosotros no parimos hijos para la guerra, no parimos hijos para estar en la calle. Parimos hijos para ser hombres de bien Porque somos las mamás, quienes con dolor, parimos esos hijos. Y si parimos con dolor esos hijos, los llevamos en el corazón y tenemos que hacer cualquier cosa porque ellos sean los mejores”, dijo Rocío Bonilla, del corregimiento de Santa Cecilia, municipio de Pueblo Rico, Risaralda.
“Las mujeres, cuando generan esa autonomía económica, buscan también mejorar su calidad de vida pero sobre todo también muchas veces salir de esa violencia. Cuando las mujeres están empoderadas económicamente, podemos también salir de ese ciclo de violencia en esos territorios”, manifestó Sonia Cifuentes, de la vereda La Requilina, de Usme, en la ruralidad de Bogotá.
Por su parte, Anita Cristina Yandún, asesora de la Presidencia de la ADR, aseguró que hoy el acceso a las mujeres a lo que trabajan y se ganan ellas mismas “implica una repartición justa de la riqueza, implica disminuir las grandes y profundas inequidades por las que las mujeres hemos tenido que transitar por muchos años”.
“No lo vamos a conseguir en cuatro años. No es solamente el desarrollo de un plan de gobierno el que garantiza esa transición y ese cierre de brechas. Ha sido nuestra lucha histórica, la lucha que en estos últimos setenta años hemos dado tan duro las mujeres colombianas lo que hoy está transformando estas realidades estructurales. Y hoy la Agencia reconoce ese valor que tenemos”, dijo Yandún.
Al final del encuentro, se les otorgó a todas las mujeres participantes una beca de la Agencia de Desarrollo Rural y Unidad Solidaria que les permite ingresar al programa Mujer Rural, una iniciativa que busca el fortalecimiento asociativo y cooperativo con enfoque de género.
Mujeres rurales, en cifras
En estos tres años, el Gobierno del presidente Gustavo Petro, a través de la Agencia de Desarrollo Rural, ha acompañado a más de 189 mil mujeres campesinas, indígenas y afrodescendientes para fortalecer sus emprendimientos, comercializar sus productos y tejer redes de asociatividad que abren puertas en los mercados locales y nacionales.
Solo en los últimos años, 10.898 mujeres participaron en ruedas de negocios y ferias campesinas; 15.000 más hicieron parte de ruedas de compras públicas y cientos de mujeres accedieron a procesos de asociatividad, extensión agropecuaria y formación técnica.
* 8.471 mujeres rurales han sido beneficiarias de proyectos productivos de la Agencia de Desarrollo Rural, desde el inicio del Gobierno del Cambio.
* 312 proyectos productivos cofinanciados por la Agencia de Desarrollo Rural han beneficiado a mujeres rurales, desde el inicio del Gobierno del Cambio.
* 20 asociaciones compuestas 100% por mujeres han sido beneficiarias de proyectos productivos de la Agencia de Desarrollo Rural, desde el inicio del Gobierno del Cambio.