Con más de $914 millones, ANT impulsa la soberanía alimentaria en la Zona de Reserva Campesina de Pradera, Valle del Cauca

En el marco del programa Sembrando Vida, la Agencia Nacional de Tierras (ANT) bajo la dirección de Juan Felipe Harman Ortiz, entregó una inversión de $914.360.163 para la puesta en marcha del proyecto productivo ‘Fortalecimiento de la soberanía alimentaria mediante el desarrollo de capacidades productivas, organizativas y comerciales locales para el desarrollo sostenible de la Zona de Reserva Campesina de Pradera’, que abarca cerca de 8.500 hectáreas.
Esta iniciativa beneficia directamente a la Asociación Agrocomunitaria El Porvenir – AGROPOR, conformada por 100 familias campesinas que fueron protagonistas en la constitución de la ZRC Pradera, en el Valle del Cauca.
Como Diter Pastor, quien hace parte del equipo coordinador de la Zona de Reserva Campesina, muchos jóvenes del territorio celebran con esperanza los avances y beneficios que trae este proyecto productivo.
“Estoy muy contento porque, gracias a nuestra ZRC, estamos recibiendo estos recursos tan importantes. Esto motiva a los pocos jóvenes que aún permanecemos en el territorio a seguir cultivando la tierra y a crear pequeñas empresas para comercializar nuestros productos”, expresó con entusiasmo el joven campesino, convencido de que la Reforma Agraria está abriendo oportunidades reales para el relevo generacional en el campo.
A su turno, Diana Katherine Correa, profesional de la Dirección de Acceso a Tierras de la ANT, explicó que “en este gobierno hemos impulsado la constitución de 16 Zonas de Reserva Campesina a nivel nacional. En esta ZRC, que cuenta con cerca de 8.500 hecáreas, estamos entregando un proyecto productivo que beneficia directamente a 100 familias y de manera indirecta a 520 más de la zona”.
La funcionaria de la ANT destacó que, “este proyecto incluye cuatro líneas productivas: una avícola, una piscícola, una apícola y una de soberanía alimentaria a través de huertas caseras”, las cuales fortalecen la seguridad alimentaria, la economía local y la organización comunitaria en el territorio.
Cabe desatacar que el programa Sembrando Vida, liderado la Agencia Nacional de Tierras con el acompañamiento de Finagro y el Banco Agrario, está impulsando un campo más productivo, resiliente y sostenible, brindando apoyo económico y técnico a las comunidades rurales del país.
A través de esta iniciativa participan organizaciones campesinas y sujetos de ordenamiento, entre ellos beneficiarios de predios de la Reforma Agraria y comunidades que habitan en territorialidades campesinas y Zonas de Reserva Campesina. Estas figuras fortalecen el arraigo rural, promueven la producción agroecológica y consolidan la defensa del territorio como base para la justicia social y ambiental.
Beneficiarios y alcance territorial
El proyecto productivo beneficia directamente a 100 familias campesinas de los corregimientos de San Isidro, Bolívar, La Fría, La Carbonera, Los Pinos, Potrerito, Bolo Blanco, La Feria y El Nogal, e impacta de forma indirecta a 520 integrantes de la ZRC Pradera.
A través de estas iniciativas se promueve la soberanía alimentaria, la conservación ambiental y el bienestar de las familias rurales del Valle del Cauca, que cada día siembran con sus manos un campo más justo y sostenible.
Para Jesús Ever Hurtado, asociado de AGROPOR, “antes de que se constituyera la ZRC, los campesinos estábamos sueltos, y esta zona fue la que nos unió y nos permitió tener un área desde donde impulsar el desarrollo social. Este proyecto viene acompañado de un Plan de Desarrollo Sostenible, que es lo que realmente le da sentido comunitario a la figura y contribuye al bienestar de todos”.
Agregó que, “nosotros sí respaldamos este Gobierno y esperamos que estas propuestas de desarrollo para el campo sigan avanzando, que el cambio no pare, porque todavía hay mucho por hacer por este país”.
Cuatro componentes estratégicos del proyecto productivo:
1. Desarrollo de sistemas productivos sostenibles:
• 18 familias con huertas caseras (300 m², hortalizas y aromáticas)
• 71 familias con sistemas avícolas (20 gallinas ponedoras por unidad)
• 6 familias en sistemas apícolas (4 colmenas dotadas por unidad)
• 5 familias con estanques piscícolas (28 m² y 140 peces)
También se fortalecerá la maquinaria agrícola y se realizarán talleres y capacitaciones en prácticas agroecológicas, contribuyendo a la seguridad y soberanía alimentaria.
2. Aprovechamiento de prácticas agroecológicas locales:
Las familias campesinas elaboran sus propios fertilizantes orgánicos, rescatando saberes ancestrales que cuidan la tierra y preservan la vida. Con ello, avanzan hacia una producción más limpia, sostenible y en armonía con la naturaleza.
3. Mejoramiento de capacidades técnicas y productivas:
El proyecto contempla la formación en tecnologías sostenibles, fortalecimiento técnico de las líneas productivas y adecuación de infraestructuras básicas como estanques, corrales y huertas.
4. Enlace con circuitos de comercialización local: La iniciativa también fortalece los canales cortos de comercialización, permitiendo a las familias campesinas vender sus excedentes en mercados locales y regionales, impulsando la economía solidaria y el desarrollo rural inclusivo en la ZRC de Pradera.
Hacia un campo más justo y sostenible
Con una inversión superior a $914 millones, la Agencia Nacional de Tierras reafirma su compromiso con el campesinado del Valle del Cauca, fortaleciendo la producción agropecuaria en la Zona de Reserva Campesina de Pradera. Esta iniciativa impulsa la soberanía alimentaria, el desarrollo sostenible y el arraigo de las comunidades rurales en el territorio.
El gobierno del presidente Gustavo Petro pasó de tener 7 a 23 Zonas de Reserva Campesina, un avance histórico que no solo impulsa la constitución de nuevos territorios, sino también el fortalecimiento de los ya existentes mediante inversiones para su desarrollo agropecuario.
En este contexto, la ZRC Pradera se consolida como un ejemplo de gestión comunitaria y articulación entre el Gobierno y las comunidades rurales, demostrando que cuando se trabaja de la mano, el campo avanza hacia la justicia social, la productividad y la dignidad.
















