Con 2.670 hectáreas avanza ampliación y constitución resguardos indígenas en seis departamentos
La Agencia Nacional de Tierras (ANT), en la sesión 122 de su Consejo Directivo, aprobó la constitución y ampliación de ocho resguardos indígenas en seis departamentos del país, avanzando en la protección territorial de comunidades ancestrales y en el cumplimiento de los compromisos de la Reforma Agraria. En total, fueron formalizadas 2.670,39 hectáreas, beneficiando a 3.131 familias pertenecientes a los pueblos Nasa, Emberá Katío, Waüpijiwi, Emberá Chamí, Zenú e Inga.
En el Valle del Cauca, la entidad aprobó la constitución de los resguardos Kwe Sx Tata Kiwe Las Guacas y San Juan Páez Loma Gorda del pueblo Nasa, así como la ampliación del resguardo Cañón del Río Garrapatas del pueblo Emberá Chamí. Estas decisiones permitirán fortalecer procesos de autonomía, gobierno propio y manejo territorial para más de 2.333 personas de esa región.
En Boyacá, Vichada, Cauda y Putumayo también se consolidaron avances: se constituyeron los resguardos Karabia Iuja (Emberá Katío) y Yajotja «Kjeübünakja» (Waüpijiwi), y se amplió el resguardo Inga de San Joaquín. Adicionalmente, en Antioquia y Cauca dos ampliaciones: el resguardo Zenú El Volao, que beneficia a 4.270 personas, y el resguardo Páez de La Gaitana, favoreciendo 2.509 personas respectivamente. Esto representa un paso determinante para garantizar derechos territoriales reclamados desde hace décadas por esta comunidad.
Como parte de la misionalidad de la Agencia Nacional de Tierras, el subdirector de Asuntos Étnicos de la entidad señaló que, “en el marco del gobierno de Gustavo Petro, se han logrado formalizar más de 1 millón 100 mil hectáreas, en beneficio de las comunidades indígenas, negras y campesinas. Esto se hace en cumplimiento de la reforma agraria en Colombia, garantizando con dignidad la legalidad de la propiedad territorial”, concretó Olinto Rubiel Mazabuel Quilindo.
Además de la importancia jurídica de estas ampliaciones y constituciones, responden a solicitudes históricas elevadas por las comunidades en procesos de concertación y verificación territorial. Cada constitución y ampliación implica la protección de prácticas culturales, lugares sagrados, bosques, ríos y sistemas productivos que garantizan la pervivencia física y espiritual de los pueblos indígenas.
Con espacios legalmente reconocidos, las autoridades tradicionales podrán acceder a instrumentos del Estado, gestionar iniciativas comunitarias y prevenir conflictos por el uso de la tierra, aportando a la estabilidad territorial y al desarrollo rural de las regiones involucradas.
Con estas acciones, la ANT continúa consolidando la formalización territorial a favor de comunidades étnicas. Estos avances fortalecen el propósito del Gobierno Nacional de proteger a los pueblos originarios y asegurar el reconocimiento de sus territorios como espacios fundamentales para su pervivencia.
