Campesinos del Cesar y Magdalena recuperan la tierra y la esperanza
Más de 400 familias recibieron 4.410 hectáreas de la Agencia Nacional de Tierras, en una entrega que reivindica los derechos de comunidades afectadas por el despojo y la violencia.

Nueve organizaciones campesinas del departamento del Cesar y cinco del Magdalena se convirtieron en las dueñas de la hacienda La Fe, de 4.410 hectáreas, adquiridas bajo el modelo de compra directa de la Agencia Nacional de Tierras ─ANT─ para consolidar la implementación de la reforma agraria en esta región del caribe colombiano.
El predio, ubicado en el municipio de Astrea, al noroccidente del Cesar, es el de mayor extensión entregado hasta ahora en esta región de Colombia. Así lo destacó Mildreth Johana Suárez Díaz, asesora de la Dirección General de la ANT, quien lideró el proceso de entrega junto a un equipo de la Dirección de Acceso a Tierras y de la Unidad de Gestión Territorial Cesar.
Con esta nueva entrega serán más de 400 familias las que habitarán La Fe, con el propósito de transformar esa tierra dedicada a la ganadería antes de ser adquirida por la ANT.
Dentro de los colectivos beneficiados se encuentra la Asociación Unidos por el Campo Arjonero -AUPECA-, organización integrada por 30 familias que durante años construyeron el sueño colectivo de contar con tierra propia para poder cultivarla y generar el sustento familiar.
Richard Castillejo Díaz, representante legal de AUPECA, y Jaqueline Pantoja, presidenta de la Asociación, no dudaron en expresar los agradecimientos al Gobierno del Cambio en cabeza de la máxima autoridad de tierras de la nación, al considerar que la reforma agraria ha sido la punta de lanza para reactivar el agro en un territorio como Astrea, otrora considerado uno de los mayores productores de maíz del departamento, pero que con el paso del tiempo la producción agrícola disminuyó, dando paso a la ganadería extensiva.
“Esta entrega nos motiva y alienta a seguir trabajando el campo con amor y dedicación. Nuestras vidas se transformarán indudablemente porque no hay como tener tierra propia, en lugar de seguir trabajando al jornal como nos ha tocado a muchos, o pagar arriendo para poder cultivar, como hacen muchos campesinos”, expresó con entusiasmo Richard Castillejo, quien el pasado 21 de agosto había hecho parte de la representación campesina que asistió a la entrega de 6.805 hectáreas realizada por el presidente Gustavo Petro y el director de la ANT, Felipe Harman en Valledupar.
Restitución y resarcimiento para familias del Magdalena
Dada la extensión y ubicación, el predio La Fe cuenta con jurisdicción en Astrea en el Cesar y Pijiño del Carmen en el Magdalena, y precisamente en el área que corresponde a este último departamento, se destinaron 1.124 hectáreas para cinco movimientos campesinos, entre ellos la fundación Fundepaz, que hace parte del colectivo El Chimborazo del municipio de Zona Bananera.
Beatriz García Lechuga, representante legal de dicha organización, destaca el significado de la entrega realizada por la ANT al considerar que se están resarciendo los derechos de decenas de familias que padecieron todos los hechos victimizantes reconocidos por la ley, a excepción de las minas antipersona, y con nostalgia rememora episodios que vivieron en su territorio más de 100 familias, incluida la suya.
“El desplazamiento masivo que tuvimos se registró en cuatro predios que quedaron identificados en uno solo conocido como el Chimborazo, y en el que la incursión de paramilitares dejó cientos de víctimas, 37 mujeres, dos hombres, además de niños y niñas fueron víctimas de violencia sexual; asesinaron a varios compañeros, salimos desplazados, en hechos que ocurrieron hace más de dos décadas y que solo hasta hoy, en el gobierno del presidente Petro, estamos viendo que nos restituyen parte de la pérdida material”, relató esta aguerrida lideresa campesina, que al igual que sus compañeros ha logrado resistir y no renunciar a reclamar y luchar por sus derechos.
“Perdonamos, aunque el dolor persiste. Esto va a estar presente en nuestras vidas y eso no va a cambiar nunca porque a nosotros nos arruinaron en todos los niveles tanto en especie como en lo personal. El daño causado fue muy profundo porque fuimos señaladas y marginadas de la sociedad, pese a que éramos las víctimas; varias de las mujeres abusadas perdieron sus hogares, al ser abandonadas por sus parejas. Perdimos nuestras pertenencias, nuestra casa, pareja, animales, y encima nos quedó el señalamiento, pero resistimos y nos levantamos”, concluyó esta mujer de 59 años, madre de cuatro hijos que le han dado siete nietos.
Lo narrado por la lideresa de Fundepaz está revalidado en el informe publicado en 2022 por la Comisión de la Verdad y la Unidad de Restitución de Tierras en el que quedó consignado que paramilitares del Bloque Norte cometieron varios crímenes contra esa comunidad del Magdalena y usaron la violencia sexual como arma de desplazamiento.
Para la vocera de la ANT, el Gobierno del Cambio sigue adelantado acciones para resarcir el daño provocado a millares de familias en el país, y con entregas como las efectuadas al colectivo de El Chimborazo se está haciendo justicia, y es una forma de compensar en parte, los daños causados a las víctimas de la violencia.

















