La paz también se construye con oportunidades. Con esa convicción, el SENA, con la dirección general de Jorge Eduardo Londoño Ulloa, presentó su Rendición de Cuentas de la Implementación del Acuerdo de Paz 2024, un espacio donde expuso los avances más significativos en formación, certificación de la experiencia, emprendimiento y empleo para poblaciones históricamente afectadas por la violencia.
“En la historia de la humanidad siempre ha corrido la violencia y nadie imaginaría que en pleno siglo XXI haya masacres, y nuestro país no es la excepción. Y no hay una condición más difícil del ser humano que ser víctima. Por eso, hoy no es cualquier rendición de cuentas, esta merece toda la atención del mundo porque le estamos diciendo al pueblo colombiano qué es la paz”, dijo Londoño Ulloa.
Durante el último año, la Entidad logró resultados concretos en los territorios más golpeados por el conflicto armado, especialmente en los municipios priorizados por los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) y el Plan Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS).
A lo largo de 2024, el SENA ofertó más de 693 mil cupos de formación profesional integral en 170 municipios PDET, superando en un 138% la meta establecida en el Plan Marco de Implementación del Acuerdo de Paz. Las cifras dan cuenta de una expansión real de cobertura con enfoque territorial.
“En municipios PDET, 89 mil personas han recibido formación. También, hemos potenciado la asociatividad con el programa FEEC que reconstruye el tejido social, que es lo primero que destruye el conflicto. En el 2024, cerca de 130 personas de la ARN se certificaron. En total, 273 mil campesinos certificaron sus saberes”, precisó Luis Alejandro Jiménez, director del Sistema Nacional de Formación para el Trabajo.
Y agregó: “Desde el año 2023 se creó CampeSENA, una estrategia que involucra todas las áreas de la Entidad para atender las necesidades del campo. Por ejemplo, el SENA ha llegado con formación a 440.080 personas, más de 26 mil son tecnólogos. 14 mil campesinos de 9 zonas de reserva campesina han accedido a estas oportunidades, hemos llegado a lugares como Cimitarra y Apartadó, entre otros”.
Detrás de esos números hay personas. Más de 32 mil pertenecientes a comunidades étnicas y más de 5 mil con discapacidad accedieron a formación adaptada a sus realidades. También lo hicieron miles de víctimas del conflicto, quienes hoy cuentan con herramientas para avanzar y reconstruir su proyecto de vida.
“Si el SENA hace una oferta, por ejemplo, se abren 100 cupos, 20 son para víctimas, seis para personas de la ARN y cinco para personas con discapacidad. Como no siempre llegan, ahora flexibilizamos las condiciones de ingreso, nos salimos de los centros de formación. Esas acciones de inclusión nos han llevado a entender que necesitamos generar procesos formativos por módulos para que la comunidad pueda acceder a estas oportunidades”, explicó Claudia Forero, directora de Formación Profesional.
El compromiso con la paz también incluye a quienes firmaron el Acuerdo Final. En alianza con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), el SENA asignó 4.405 cupos de formación a excombatientes y sus familias. Además, se certificaron las competencias laborales de 125 personas en proceso de reincorporación.
También se destacó el papel del emprendimiento rural como vía de sostenibilidad. A través de la Convocatoria 113 del Fondo Emprender, se destinaron más de $16.900 millones para apoyar 194 ideas de negocio en municipios PDET y PNIS, con un potencial de 617 empleos.
Y la labor continúa día a día con acciones como el apoyo a los emprendedores del Catatumbo, en Norte de Santander. Este año, se dispusieron 3 mil millones de pesos para apoyar a los soñadores de esa región históricamente golpeada por la violencia.
El empleo digno sigue siendo un motor clave de transformación. En 2024, la Agencia Pública de Empleo (APE) del SENA facilitó más de 37.800 puestos de trabajo en municipios PDET y más de 10.500 en zonas PNIS. Todo esto mediante procesos de orientación e inscripción.
El acompañamiento a la población en reincorporación también dejó resultados concretos: solo en 2024 se gestionaron 358 orientaciones ocupacionales y múltiples puestos de trabajo para esta población. En lo que va del 2025, ya se reportan 140 nuevas vinculaciones laborales.
“Con la ‘Ruta de Emprendimiento’ acompañamos a más de 3 mil personas con sueños y capacidades productivas. Sabemos que, a lo largo de su vida, sus tradiciones tienen un gran valor, y esos planes los apoyamos. Les enseñamos a transformar sus ideas de negocio. Gracias a este proceso, pueden acceder al Fondo Emprender, una fuente de recursos económicos que potencia sus conocimientos y saberes. También les enseñamos a comercializar sus productos de la mejor manera”, concluyó Elsa Bohórquez, directora de Empleo y Trabajo.
Más allá de los indicadores, la Rendición de Cuentas del SENA visibilizó los rostros de la transformación: mujeres rurales que hoy lideran negocios propios, jóvenes que aprendieron un oficio, excombatientes que encontraron una nueva ruta de vida y víctimas que comienzan de nuevo con dignidad.
El SENA reitera su compromiso de seguir trabajando desde el territorio, con la gente y para la gente. Formar, emprender y emplear no son solo tareas misionales: son herramientas para cerrar brechas, reparar el tejido social y construir, de manera colectiva, un país que camina hacia la paz total.