El experto destacó el papel creciente de la inteligencia artificial como motor de aceleración técnica, pero también alertó sobre la necesidad de conservar rigor y verificación: “En visualización científica es fundamental garantizar que la imagen sea fiel a los datos y a la realidad. Y no siempre podemos rastrear la fuente de la información que producen algunas herramientas de IA”, advirtió.
Christensen señaló que nuevas técnicas como Gaussian Splats están impulsando una forma más eficiente de capturar, representar y reconstruir tridimensionalmente escenarios reales, y que estas soluciones abren el camino hacia experiencias inmersivas más fluidas, incluso para aplicaciones de videojuegos con video en vivo.
También resaltó el potencial de la robótica, subrayando que la convergencia entre gráficos computacionales y hardware aún está madurando, pero se encuentra cada vez más cerca de producir resultados en tiempo real a escala industrial.
En el plano ético, Christensen resaltó el rol social del audiovisual como herramienta de conexión y empatía: “El cine es una máquina de empatía. Las historias pueden ayudar a reconectar a las personas en un mundo dividido”. Sumó un llamado a que la tecnología audiovisual se use para visibilizar urgencias globales como la crisis climática, educando, sensibilizando e inspirando soluciones colectivas.
Finalmente, valoró el crecimiento de la industria creativa latinoamericana. Reconoció el ascenso de la animación y las narrativas audiovisuales en la región, y aseguró que América Latina tiene una voz única: menos industrializada, más auténtica y con un potencial enorme para oxigenar la narrativa global.

