Frente a unas 1.300 mujeres provenientes de todos los departamentos de la costa Atlántica, y reunidas en la histórica última morada del Libertador Simón Bolívar, la Quinta de San Pedro Alejandrino (en Santa Marta), el director general de la Agencia Nacional de Tierras —ANT—, Felipe Harman, clausuró la Asamblea de Mujeres Rurales y Campesinas del Caribe con la firma de la resolución que establece los criterios para asignarles tierras a mujeres trabajadoras del campo en Colombia, de ahora en adelante.
Es mediante esta resolución que el Gobierno del Cambio del presidente Gustavo Petro creó el Programa Especial de Adjudicación de Tierras para Mujeres Rurales, el cual agiliza de manera significativa la equidad de género en la Reforma Agraria, al establecer los criterios y el procedimiento para la selección de beneficiarias de adjudicación de predios rurales.
“A partir de este momento cualquier proceso de adjudicación, de entrega de tierras a mujeres, entra al Programa Especial, que tiene una serie de características para priorizar a las mujeres rurales y disminuir las brechas de desigualdad frente al acceso de tierras que históricamente tuvieron”, aseguró el director Harman en la clausura de la intensa jornada de dos días de la Asamblea de Mujeres Rurales y Campesinas del Caribe.
Esta acción afirmativa, de la que forman parte el Ministerio de Agricultura y la Agencia Nacional de Tierras, pone a funcionar los criterios de evaluación que permitirán el acceso real y efectivo a las mujeres, pues crea un trazador presupuestal diferencial que, por primera vez, identificará la tierra que se asigna a las mujeres campesinas, no solo a aquellas que lo hacen de manera colectiva, sino también a quienes la solicitan y realizan de forma individual.
“Esta resolución resulta fundamental para superar las brechas existentes en materia de acceso a tierras por parte de las mujeres”, agregó el director de la ANT al cierre de la Asamblea, que reunió a mujeres rurales del Magdalena, Atlántico, La Guajira, Cesar, Córdoba, Sucre y Bolívar, en una alianza de Mujeres por la Reforma Agraria que se extenderá a todo el país.
Hoy 45 mujeres campesinas, negras e indígenas del Caribe son propietarias de más de 330 hectáreas de tierra, lo que garantizará su autonomía, seguridad alimentaria y dignidad. Formalizar tierra para las mujeres es sembrar justicia, equidad y futuro en el campo colombiano, pues esta no es una Reforma Agraria cualquiera, es una Reforma Agraria con rostro de mujer, popular y hecha con las manos de las que no se rinden.
Manifiesto de las mujeres rurales
Las participantes hicieron un manifiesto, como representantes de más de 70 organizaciones de mujeres rurales y campesinas del Caribe, indígenas, afrocolombianas, raizales y palenqueras; mujeres pescadoras, mujeres víctimas, mujeres productoras jóvenes y adultas; mujeres cuidadoras de personas con discapacidad y mujeres con discapacidad; mujeres lesbianas, bisexuales y transgénero, y mujeres que hacen parte de los Comités Municipales de Reforma Agraria.
“Inspiradas por el espíritu de liberación y unidad latinoamericana que evoca este lugar, manifestamos que la Reforma Agraria será con las mujeres rurales o no será. El acceso a la tierra y a los territorios para las mujeres es la base de una Reforma Agraria Integral, por lo que pedimos que se reconozcan nuestros vínculos con la tierra y el poder de decisión que debemos tener sobre su uso, ya que nuestra decisión es la construcción de sistemas agroalimentarios que garanticen la soberanía, la seguridad alimentaria y el cuidado en los territorios del país y de su naturaleza”, expresaron las mujeres en un documento final.
Pidieron que la tierra vaya acompañada de programas de vivienda, salud y educación, con infraestructura vial y de servicios dignos, “condiciones fundamentales para hacer realidad la Reforma Rural Integral pactada en el Acuerdo Final de Paz. Por ello, estamos dispuestas a movilizar estas demandas y nuestras propias iniciativas a través de los Comités Municipales de Reforma Agraria, como espacios ganados para la interlocución directa con el Estado”, agregaron las comprometidas con el manifiesto.
Por su parte, Elvira del Carmen Negrete Vásquez, quien llegó a este encuentro desde el departamento de Córdoba, dijo que forma parte del Comité Municipal de Reforma Agraria. “Estoy muy contenta con este encuentro regional de las mujeres del Caribe, ya que ha permitido un intercambio de conocimientos, donde las mujeres nos podemos apropiar de todo esto que nos permite acceder a la tierra, porque muchas veces no lo logramos por falta de conocimiento, de que nos capaciten, y el mensaje a todo el Caribe es que somos la fuerza que ponemos a producir la tierra”, dijo Elvira del Carmen.
Durante los dos días de Asamblea, las lideresas trabajaron en más de 25 mesas de diferentes líneas temáticas que comprendían asuntos sobre acceso a la tierra, derecho al territorio, participación política, soberanía alimentaria, violencia de género en la ruralidad y construcción de paz y conflicto armado. También abordaron las rutas para desarrollar proyectos productivos, asociatividad y cooperativismo, principalmente.