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Deporte y comunidad, un solo equipo en Casanare gracias a los convenios solidarios

Cuando el sol se oculta tras los llanos, en Paso Cusiana, la cancha cubierta del municipio se llena de risas y se escuchan los pasos resonantes de personas corriendo y pelotas rebotando. “La gente viene todos los días y llena el escenario. Hay jóvenes y adultos que practican diferentes deportes”, cuenta con orgullo Luz Mery Torres, vendedora del sector, quien se ha visto beneficiada con la adecuación que se realizó.

El suyo no es un caso aislado. En diferentes barrios de Yopal, Paz de Ariporo, Trinidad, Orocué y Tauramena, 11 terrenos recreo deportivos que fueron adecuados gracias al programa de convenios solidarios del Ministerio del Deporte, hoy son el corazón de la comunidad: lugares donde el deporte, la economía popular y la convivencia se cruzan en un mismo espacio.

Las adecuaciones realizadas no solo mejoraron el espacio físico; reactivaron la vida comunitaria y económica de los barrios. Cada cancha pintada, cada malla reparada y cada gradería nueva se convirtieron en oportunidades para que el emprendimiento local florezca.

Para esto, el Ministerio del Deporte realizó una inversión de 1.650 millones de pesos en el Casanare y un total de 16.350 millones de pesos, en Colombia, para el acondicionamiento de escenarios recreo deportivos, junto con las Juntas de Acción Comunal.

Así lo cuentan las voces de la comunidad:

En el barrio Buenos Aires, de Tauramena, la actividad física es la protagonista hasta altas horas de la noche. “La comunidad está contenta”, resalta Ludy Jazmín Roa, habitante del sector. “Alrededor tenemos varios locales comerciales y con los eventos que se realizan, el consumo de sus productos se ha incrementado notablemente”, añade.

Los fines de semana, las graderías se llenan de familias y comerciantes. Se venden helados, empanadas, pasteles y bebidas frías. La cancha, que antes permanecía vacía, ahora se ha convertido en el escenario central de diferentes torneos: Juegos Intercolegiados, en su fase municipal; torneos interdocentes y campeonatos interbarriales. Y con cada partido, la economía popular se activa.

Para José Montiel, entrenador del club Independiente del Llano, “lo importante es ver a los niños desconectarse de las pantallas, moverse, compartir. Aquí, ahora, se juega fútbol, baloncesto y voleibol”.

Economía y convivencia

En Yopal, en el barrio Los Almendros, Luisa Sánchez conoce bien los beneficios de contar con espacios remodelados para que la comunidad tenga un acceso digno a la recreación. “Tener un parque donde los niños juegan y las familias se reúnen hace que los focos de inseguridad desaparezcan. Además, al haber más movimiento, aparecen también los puestos de venta y todos ganamos”, afirma.

El deporte volvió a encender la vida en los barrios. La adecuación de los escenarios no solo dio lugar a mejores condiciones para su práctica y acceder de manera digna a espacios de recreación y actividad física, sino que fortaleció la economía de los vendedores y reavivó el sentido de pertenencia en las comunidades.

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