Por su contribución a la defensa de los derechos humanos en el territorio nacional, su trayectoria ininterrumpida en la defensa de las víctimas del conflicto armado, de los excesos del Estado, la promoción del acceso a la justicia y su aporte al fortalecimiento de una cultura de respeto por la dignidad humana, la Defensoría del Pueblo le rindió homenaje al Colectivo de Abogados y Abogadas José Alvear Restrepo (Cajar).
“Como Defensora del Pueblo, también en lo personal, es un honor profundo rendirle homenaje al Cajar, que asumió causas complejas cuando hacerlo implicaba riesgo, estigmatización y persecución, y porque aun así nunca renunciaron a la justicia. Como otras organizaciones, sufrió persecución y estigmatización que hasta hoy resuenan en las mentes de muchas personas de nuestro país. Resuenan cuando muchos defensores y defensoras siguen enfrentando no solo riesgos inadmisibles contra su labor, sino estigmatización y señalamientos derivados de una cultura que desconoce la importancia de la defensa de los derechos humanos”, afirmó la Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz.
Trayectoria y legado
Desde su fundación a comienzos de la década del 80, el Colectivo ha sido fundamental en el desarrollo del litigio estratégico en derechos humanos, consolidándose como un referente nacional e internacional. Su labor ha sido crucial en la representación de víctimas de graves violaciones a sus derechos fundamentales, logrando la construcción de precedentes judiciales orientados a la garantía de la verdad, la justicia, la reparación integral y la no repetición, en coherencia con los estándares del derecho internacional de los derechos humanos.
El nombre de la organización honra la memoria de José Alvear Restrepo, abogado de la Universidad de Antioquia, cuyo compromiso vital con las luchas sociales y los derechos de las personas trabajadoras establece un legado ético ineludible para la defensa de los derechos humanos en Colombia.
Más de cuatro décadas de compromiso con los DD. HH.
El Cajar obtuvo su personería jurídica en 1980, emergiendo en un contexto de serias restricciones democráticas y alta violencia política y convirtiéndose en una de las primeras organizaciones de derechos humanos conformadas por profesionales del derecho. Su acción se ha orientado por ejes centrales como la lucha frontal contra la impunidad, la defensa del derecho al territorio, la protección ambiental frente a la crisis climática, la superación del conflicto armado y la construcción de una paz estable y duradera.
A lo largo de su historia, el Colectivo ha acompañado casos judiciales que marcaron la memoria jurídica y social del país, incluyendo la retoma del Palacio de Justicia, los homicidios del senador Manuel Cepeda Vargas y del periodista y humorista Jaime Garzón, la masacre de Santo Domingo, entre otros. Su intervención ha sido vital para visibilizar patrones de violencia y exigir responsabilidades estatales.
“Nada de este recorrido ha sido fácil. El Colectivo defendió derechos en tiempos de la justicia sin rostro. Acompañó causas marcadas por el terror, la impunidad y la violencia. Develó verdades incómodas sobre masacres como la de La Rochela o la de Mapiripán, que la Corte Interamericana de Derechos Humanos reconoció como crímenes cometidos con la aquiescencia y tolerancia de agentes estatales. Por ejercer esa labor, sus integrantes y familiares fueron víctimas”, aseguró la Defensora del Pueblo.
Reconocimiento internacional y enfoque de género
La labor del Cajar ha recibido amplio reconocimiento, incluyendo el estatus consultivo ante la Organización de las Naciones Unidas (2019) y distinciones como el Premio Nacional de Derechos Humanos por proceso colectivo y el Premio Internacional Hrant Dink.
La Defensoría del Pueblo resalta, asimismo, el papel de las mujeres defensoras en la historia del Colectivo. Reconoce liderazgos fundamentales como el de Soraya Gutiérrez, primera mujer en presidir la organización, y el de su actual presidenta, Yessika Hoyos, cuya labor ha sido relevante en el acompañamiento al movimiento sindical y los procesos de reparación colectiva.
En un gesto de coherencia con su lucha por la igualdad y la inclusión, el Colectivo oficializó en 2024 la incorporación de las mujeres en su denominación, adoptando el nombre de Colectivo de Abogados y Abogadas José Alvear Restrepo.
La Defensoría considera al Cajar como un actor indispensable para la vigencia plena del Estado social de derecho, la protección de las personas defensoras de derechos humanos y el fortalecimiento de la democracia en todo el territorio colombiano.
“Para la Defensoría del Pueblo, este mensaje es central: la defensa de los derechos humanos no es una tarea accesoria, es el corazón de nuestro mandato constitucional. Por eso, la labor del Colectivo de Abogados y Abogadas es ejemplo, es referente, es luz en un camino a veces oscuro. No hay instituciones fuertes sin una sociedad civil libre, crítica y protegida. Y no hay democracia si quienes defienden los derechos continúan siendo objeto de agresiones y silenciamiento. Por ello, hoy reconocemos al Cajar no solo como víctima de graves violaciones, sino como actor histórico de transformación jurídica y democrática. Su trabajo es patrimonio para nuestro país”, puntualizó la Defensora Iris Marín Ortiz.

